Con una filmografía que incluye títulos icónicos del cine moderno como Carrie (1976) cinta que lo catapultó a la fama, Scarface (1983) y The Untouchables (1987), Brian de Palma es uno de los realizadores más conocidos y por lo mismo, sus proyectos siempre son esperados con ansia por los cinéfilos, aunque en ocasiones nos hayan decepcionados. Pero no cabe duda que aún sus cintas más comerciales o sus fracasos en taquilla, conservan siempre su toque maestro.
Sin lugar a dudas, la cinta que posicionó a de Palma como una figura destacada en el arte cinematográfico fue Phantom of the Paradise (1974) una excelente adaptación de la romántica historia del músico desfigurado que se esconde bajo una máscara y se convierte en un terrorífico monstruo que se apodera del teatro de la opera de París. En esta versión, el mundo operístico se cambia por la escena del rock setentero y el hombre atormentado es un joven escritor (William Finley) que es raptado y hecho prisionero por un codicioso empresario del espectáculo rockero.
Con los años la película se ha convertido en un clásico del cine de terror, pero sus valores van mucho más allá del género que representa. Ante todo, una partitura musical inolvidable, escrita por Paul Williams, quien además interpreta al empresario. La música es más que el fondo de la historia y se convierte en protagonista de una acción que no por conocida deja de apasionar. Además, la riqueza visual, la soterrada crítica a la sociedad de su tiempo y la creación de personajes inolvidables hacen de esta cinta un tesoro que todo aquel que disfrute del cine debe conocer.
31 de enero de 2010.
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